Andorra quiere aprovechar el hecho de ser un país pequeño en extensión y ágil en burocracia para posicionarse como un "laboratorio" donde las empresas emergentes ("start-up") desarrollen sus proyectos tecnológicos.
El secretario de Estado para la Diversificación Económica de Andorra, Josep Maria Missé, ha subrayado en declaraciones a Efe que las condiciones que puede ofrecer el país son más interesantes para este tipo de empresas que para las grandes multinacionales tecnológicas de largo recorrido.